Por razones ajenas a los deseos del Colectivo Editorial de Desde las gradas, no se pudo publicar este artículo en la fecha necesaria, pero retomamos el tema por su capital importancia para el orgullo matancero que es el mítico estadio Palmar de Junco.
El pasado 24 de julio se cumplieron 26 años de la proclamación del histórico estadio matancero como Monumento Nacional por (...) ser el Palmar de Junco la instalación para el juego de pelota más antigua de Cuba, iniciadora y promotora de nuestro deporte nacional, por ser también lugar de desarrollo de grandes figuras de la pelota cubana (...)
ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACION DEL PALMAR DE JUNCO COMO MONUMENTO NACIONAL
Este lunes 24 de julio de 2017 se conmemoró el XXVI Aniversario de haberse declarado el Palmar de Junco como "Monumento Nacional".
En el cuarto por cuanto de la resolución 104/91 de la Comisión Nacional de Monumentos del Ministerio de Cultura se señala: por ser el Palmar de Junco la instalación para el juego de pelota más antigua de Cuba, iniciadora y promotora de nuestro deporte nacional, por ser también lugar de desarrollo de grandes figuras de la pelota cubana, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación con motivo de celebrarse en Cuba los XI Juegos Panamericanos, ha considerado rendirle homenaje al Palmar de Junco situando en sus instalaciones el Hall de la Fama.
En tiempos donde se debate día a día el futuro de nuestro deporte nacional estimamos que cobra aún más vigencia la necesidad de ejecutar en todas sus partes la referida resolución, pues el Palmar de Junco está en condiciones de albergar la Sede del Salón y Museo de la Fama del Béisbol Cubano de Todos los Tiempos.
Años atrás existía la justificación por parte de los que no creyeron nunca en este proyecto, que no se contaba con el presupuesto necesario para ejecutar esta obra colosal, entendiéndose este último vocablo por lo que significa su grandeza como parte del Patrimonio Inmaterial de nuestra patria y de lo que representó como el aglutinante en la formación de nuestra nacionalidad.
Corremos el riesgo de que las nuevas generaciones no sepan aquilatar en su justa medida lo que representa el béisbol para el cubano, pues como he expresado en otras ocasiones: el béisbol no es religión, no es política, no es arte, no es ciencia, no es ética y, sin embargo, es todo eso junto, y mucho más, porque forma parte indisoluble de nuestra idiosincrasia y de nuestra identidad.
Esta es, entre otras, una de las razones capitales por las que no queremos pasar por alto esta efeméride y además alertar sobre un fenómeno que puede lastrar los cimientos mismos de la filosofía más extendida en la mente y el corazón de todos los cubanos, por lo que quisiera compartir con todos ustedes estás reflexiones:
El proceso por medio del cual el ser humano construye su sentido de pertenencia a un sexo, rol, ciudadanía, cultura, forma parte de un complejo psico- socio- cultural, que se inicia desde el momento en que se nace; de ahí que el deporte como una de las tantas manifestaciones de la cultura constituye una de las pautas identificadoras de las actividades de nuestra época
Nacido del juego, y con el hombre mismo, pues sin duda se ha convertido en un rasgo identificador de una determinada sociedad, sea en el ámbito regional e internacional.
Para el cubano es el béisbol el deporte que más ha calado en su identidad, desde el momento mismo de la formación de nuestra nacionalidad. Por ello preservar los aportes hechos por las distintas generaciones que nos han precedido en esta disciplina permite mantener viva una parte importante de nuestro patrimonio común, para beneficio de las generaciones presentes y futuras. No obstante. la identidad no es la repetición del pasado, pues sería negación de la historia y con ello se llegaría a la autonegación o a la ausencia de identidad.
La identidad son las raíces redescubiertas que nos permiten recrear, reorientar y proyectar hacia el futuro lo que somos. En la identidad se anudan dialécticamente el pasado, la tradición, el presente y el futuro, lo propio con lo Universal a partir de la búsqueda de lo propio y la asimilación de lo Universal.
Todos ostentamos una identidad cultural que da sentido a nuestras vidas, e indudablemente es una realidad que no es estática, sino dinámica, que además se construye y al mismo tiempo nos construye, es decir, la identidad cultural cambia y se adecua a los nuevos contextos sin negar, eso si el núcleo profundo de toda cultura que se relaciona con aquel sello distintivo y característico.
Es por ello, que las principales manifestaciones de la cultura material y espiritual están estrechamente vinculadas con el proceso histórico desde la época colonial, debido a los complejos nexos entre los componentes étnicos originarios y la posterior formación hasta su actual fase de consolidación.
Por ello estas reflexiones han sido las premisas que me han inspirado al análisis crítico de algunas tesis puestas en boga últimamente, donde se ha pretendido ignorar hechos históricos que no debemos pasar por alto, al estar fehacientemente demostrados, ya que como dijera (Abrantes 1988) ... cuando los hombres de hoy se encuentran con hombres del pasado y le reconocen los mismos esfuerzos, así como se dan cuenta de las fantásticas conquistas hechas hasta el presente... se identifican de una manera material con el proceso histórico de su sociedad mediante su herencia cultural.
Lic. Alfredo L. Santana Alonso, Investigador e historiador del béisbol cubano
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