SILVIO GARCÍA RENDÓN

Silvio García Rendón
Silvio García Rendón fue uno de los beisbolistas más completos de Cuba en las décadas del 30 y el 40 del siglo XX; pudo ser el primer negro en romper la barrera racial en la MLB, de ahí que el dueño de los Dodgers, Branch Rickey, ordenó a sus scouts que le trajeran al cubano Silvio García, cuyo talento había emocionado a Leo Durocher (manager), pero cuando entrevistó a García y le preguntó: "¿Qué harías si un norteamericano blanco te diera una cachetada?", el orgulloso cubano respondió: "lo mato".

El matancero fue líder de los bateadores en el Campeonato 1950-51 con AVE de .347, el gran acontecimiento de la temporada lo brindó el pimentoso torpedero, quien a pesar de jugar para el Cienfuegos (sotanero) fue elegido, junto al zurdo Adrián Zabala, como los jugadores más valiosos de la campaña. 


Los méritos de Silvio fueron enormes, no solamente por conquistar su segunda corona de los bateadores y robar más bases que nadie 17, sino que constituyó el guía indiscutible de las 28 victorias alcanzadas por el Cienfuegos.

Silvio perteneció a ese grupo de grandes peloteros cubanos de la raza negra que hubieran sido, sin duda, refulgentes astros en el firmamento estelar de las Ligas Mayores, de haber tenido la oportunidad de demostrarlo, tal como fueron Martín Dihigo, Lázaro Salazar, Alejandro Crespo, Cristóbal Torriente, José de la Caridad Méndez, Eustaquio ¨Bombín¨ Pedroso, Ramón Bragaña, Alejandro Oms, Pedro Formental, Claro Duany, Rodolfo Fernández, Cando López y muchos más.

Silvio García Rendón nació en Limonar, Matanzas, el 11 de octubre de 1914, bateaba y tiraba a la derecha, con una estatura de 6 pies y 195 libras de peso, brazo fuerte y dirigía sus conexiones para el campo contrario. 


Se inició en el béisbol en 1931 como jugador amateur de los equipos Aevos y San Juan de Dios. Participó en las semiprofesionales con los conjuntos de Toros de Paredes, Marianao y el regimiento de las Fuerzas Armadas; en 1931-32 debutó con los profesionales del club Habana, donde actuó en 20 partidos, conectando 17 hits en 66 veces al bate, para promedio ofensivo de .258 incluyendo 2 dobles, 2 triples, 5 impulsadas, sin jonrones.

En el campeonato de 1935-36 reapareció jugando 4 campañas para los Monjes grises del Marianao (posteriormente los Tigres), hasta 1937-38. Durante todo este tiempo tuvo AVE de .252, producto de 144 hits en 571 apariciones al plato.

En el campeonato de 1938-39 vistió la franela del Almendares para los que bateó .293. En 1939-40 no jugó en Cuba, pues lo hizo en Puerto Rico. Regresó a la Liga Invernal con los Leopardos de Santa Clara en 1940-41 donde logró AVE de .314.

Tarjeta de colección con Silvio García
Desde 1941-42 hasta 1951-52, utilizó el uniforme del Cienfuegos; sin embargo, interrumpió su cadena de 10 campañas, para jugar con el Matanzas de la Liga Federal Nacional, en la Tropical, en 1946-47, cuando se celebraron dos torneos a la vez en Cuba. Con el Matanzas conectó para un elevado promedio de .344, robándose 25 bases. 

Sus mejores promedios en los 10 años con el Cienfuegos los consiguió 1941-42 (.351), 1942-43 (.303), 1943-44 (.320), 1947-48 (.292) y 1950-51 (.347), en 2 de esos campeonatos como ya se dijo fue campeón de los bateadores de la Liga Cubana.

En 1952 regresó al Marianao y pegó para .270, a pesar de encontrarse casi al final de su carrera. Al año siguiente, 1953-54, dividió las hostilidades entre el Mariano y el Almendares.


En total jugó 19 años en Cuba para AVE de .282, resultado de 891 hits en 3168 veces al bate, incluyendo 61 dobles, 24 triples, 18 jonrones, 351 remolques, y 83 estafas, su labor como lanzador fue de 36 desafíos, ganando 13 y perdiendo 12. Su mejor año cuando lo tomó en serio fue de 10-2, terminando 13 de los 15 que comenzó.


Silvio García

En 1946-47 participó durante el verano con los New York Cubans de Alejandro Pompez y en 1949-50 lo hizo para el Club Sherbrook, de la Liga Provincial de Canadá, finalizando como líder de los bateadores con .395.

En México, sus totales fueron de 7 temporadas en la Liga Mexicana, donde participó en 563 encuentros con 2344 veces al bate, 786 hits, 132 dobles, 30 triples, 52 cuadrangulares, 440 impulsadas, 130 robadas, y un AVE De .335. Como lanzador tuvo 10-2 para el Veracruz, en 1938. 



Silvio García y el novato Humberto Fernández, en el Cienfuegos
Como puede apreciarse nos encontramos ante uno de los beisbolistas más completos del siglo XX. Fue considerado entre los años 1878-1950, junto a Willie Miranda, el mejor torpedero cubano de ese período; sin embargo en la Selección de Selecciones de ambos siglos es considerado el mejor torpedero de la Liga Cubana del Béisbol Profesional. 

A nuestro entender le sobran méritos para integrar los Salones de la Fama de México y Cuba ya que la barrera racial le impidió desarrollarse en las Grandes Ligas norteamericanas, pensamos que los cubanos sabrán hacerle justicia a esta gloria de nuestro Deporte Nacional, ¨Honor a quien honor merece¨.

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