Por Reynaldo González Villalonga
En determinadas ocasiones, en algunos encuentros beisboleros debido a la inclemencia del tiempo han tenido que ser suspendidos por exceso de lluvia. Pero que la causa se debiera a falta de agua, más que difícil, parecería inverosímil.
No obstante, un caso tan raro como ese tuvo lugar en la ciudad de Caracas, y quizás por vez primera en la historia del popular deporte.
El insólito hecho ocurrió durante un anunciado y muy esperado juego entre los clásicos rivales del amateurismo venezolano, Cartografía Nacional y Banco Obrero, por lo que se justificaba un lleno completo en el estadio de la Ciudad Universitaria.
Cuando más emocionante estaba el reñido encuentro, grande resultó la sorpresa de la concurrencia al escucharse por los altoparlantes el anuncio de los que habían adquirido localidades, podían pasar por la taquilla para la devolución del importe de las mismas.
Los aficionados miraban hacia el cielo, en busca de amenazadoras nubes cargadas de torrenciales lluvias pero un sol radiante anunciaba calma total en el firmamento. Entonces, ¿cómo entender la causa de la imprevista suspensión?
La respuesta llegaría después, cuando funcionarios de la Liga anunciaron a la prensa presente que debido…“a la ausencia de agua corriente, se había decidido la suspensión del espectáculo”.
En sentido general, la medida se estimó correcta, ya que la gran aglomeración de público requería el normal funcionamiento de los servicios sanitarios, además de que el gran calor reinante iba a requerir de suficiente disponibilidad de agua potable para calmar la sed de los miles de espectadores presentes. ¿Qué les parece?
En sentido general, la medida se estimó correcta, ya que la gran aglomeración de público requería el normal funcionamiento de los servicios sanitarios, además de que el gran calor reinante iba a requerir de suficiente disponibilidad de agua potable para calmar la sed de los miles de espectadores presentes. ¿Qué les parece?
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