El Victoria de Girón es el único estadio beisbolero de la capital matancera con iluminación eléctrica que nos queda. Foto: Ramón Pacheco |
Uno de los más significativos aportes para el mayor incremento de la práctica del béisbol y su difusión a escala nacional y universal, lo constituye el alumbrado con luz eléctrica de los estadios. Ahora, ¿dónde y cómo tuvo lugar tan revolucionaria invención?
La primera prueba con dicho sistema de iluminación artificial se reporta nada menos que nueve décadas atrás, el 24 de junio de 1927, en el terreno de pelota de la ciudad de Lynn, en el estado norteamericano de Massachussets.
Aquella pequeña localidad norteña fue escenario, a manera de prueba, de un juego entre los equipos Lynn y Salem, ambos de la New England League; ensayo dirigido técnicamente por ingenieros de la General Electric Company.
Presentes, a manera de expertos, estuvieron jugadores de los clubes Boston y New York, de la Liga Americana, quienes luego darían sus opiniones sobre la factibilidad o no del experimento en práctica; presenciado además, por varios magnates beisboleros interesados económicamente en el asunto.
Todo parece indicar que la prueba resultó exitosa, puesto que las torres de iluminación ubicadas en distintos ángulos del terreno, arrojaron una polaridad 500 veces mayor que la mejor luz de luna llena imaginable. De su aprobación resultaría la generalización del novedoso sistema en los estadios de las Grandes Ligas y otros circuitos beisboleros estadounidenses.
Con respecto a Cuba, ¿dónde se aplicó por vez primera la iluminación eléctrica?
Según lo publicado en el diario habanero El Mundo el 22 de diciembre de 1937, dicha primicia se escenificó en el estadio La Tropical, durante un encuentro entre los equipos amateurs Casino Español, de Guanabacoa, y el Regla Yacht Club.
Se decía que el primer reporte había sido el 15 de enero de 1938, en Cienfuegos, entre el Stany Sport Club, de esa localidad, y el Teléfonos, de La Habana. Pero resultó un choque de exhibición, no de carácter oficial.
En orden cronológico, se consigna el juego del 3 de enero de 1938, en el estadio Trinidad y Hermanos, de Santa Clara, seguido del de Cienfuegos, en la referida fecha; aunque de exhibición, no de carácter oficial.
Cúpole a Matanzas ser el cuarto escenario de la trascendental prueba, el 19 de enero de 1938. Esa noche, en el parque Central –hoy René Fraga Moreno– se enfrentaron las novenas Estrellas de García y Deportivo Jarcia, con solo 5 innings de duración, debido a lo deficiente de la iluminación.
Como parte de la restauración del estadio Palmar de Junco al triunfo revolucionario se dotó a la instalación de un amplio sistema de iluminación eléctrica, al igual que lo tuvo el referido parque René Fraga Moreno, aunque son ya inexistentes. Por suerte, aun nos queda el Victoria de Girón…
La primera prueba con dicho sistema de iluminación artificial se reporta nada menos que nueve décadas atrás, el 24 de junio de 1927, en el terreno de pelota de la ciudad de Lynn, en el estado norteamericano de Massachussets.
Aquella pequeña localidad norteña fue escenario, a manera de prueba, de un juego entre los equipos Lynn y Salem, ambos de la New England League; ensayo dirigido técnicamente por ingenieros de la General Electric Company.
Presentes, a manera de expertos, estuvieron jugadores de los clubes Boston y New York, de la Liga Americana, quienes luego darían sus opiniones sobre la factibilidad o no del experimento en práctica; presenciado además, por varios magnates beisboleros interesados económicamente en el asunto.
Todo parece indicar que la prueba resultó exitosa, puesto que las torres de iluminación ubicadas en distintos ángulos del terreno, arrojaron una polaridad 500 veces mayor que la mejor luz de luna llena imaginable. De su aprobación resultaría la generalización del novedoso sistema en los estadios de las Grandes Ligas y otros circuitos beisboleros estadounidenses.
Con respecto a Cuba, ¿dónde se aplicó por vez primera la iluminación eléctrica?
Según lo publicado en el diario habanero El Mundo el 22 de diciembre de 1937, dicha primicia se escenificó en el estadio La Tropical, durante un encuentro entre los equipos amateurs Casino Español, de Guanabacoa, y el Regla Yacht Club.
Se decía que el primer reporte había sido el 15 de enero de 1938, en Cienfuegos, entre el Stany Sport Club, de esa localidad, y el Teléfonos, de La Habana. Pero resultó un choque de exhibición, no de carácter oficial.
En orden cronológico, se consigna el juego del 3 de enero de 1938, en el estadio Trinidad y Hermanos, de Santa Clara, seguido del de Cienfuegos, en la referida fecha; aunque de exhibición, no de carácter oficial.
Cúpole a Matanzas ser el cuarto escenario de la trascendental prueba, el 19 de enero de 1938. Esa noche, en el parque Central –hoy René Fraga Moreno– se enfrentaron las novenas Estrellas de García y Deportivo Jarcia, con solo 5 innings de duración, debido a lo deficiente de la iluminación.
Como parte de la restauración del estadio Palmar de Junco al triunfo revolucionario se dotó a la instalación de un amplio sistema de iluminación eléctrica, al igual que lo tuvo el referido parque René Fraga Moreno, aunque son ya inexistentes. Por suerte, aun nos queda el Victoria de Girón…
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