martes, 7 de marzo de 2017

En 1847 ya se jugaba Béisbol en la ciudad cubana de Matanzas

Tomado del blog Palco Deportivo, del periodista e historiador del deporte en Matanzas, Francisco Soriano

Con este título el periodista e historiador Reynaldo González Villalonga daba a conocer en el semanario Girón, de Matanzas, el pasado jueves 23 de febrero de 2017 lo que destacó como “un acontecimiento trascendental en la historiografía beisbolera matancera, y por ende cubana”, refiriéndose al hallazgo de dos documentos guardados en el Archivo Histórico Provincial y publicados por el periódico La Aurora del Yumurí en el semestre inicial de 1847. 


Antes de ofrecerles íntegramente este trabajo, quiero recordar que la ciudad de Matanzas introdujo la imprenta hace más de doscientos años y que ya “ a partir de 1813, y gracias a la libertad de prensa decretada en la Constitución de Cádiz de 1812, en la ciudad circularon 3 periódicos: El Diario de Matanzas, El Paquete y El Patriota”.

Es en 1828 que después de varios intentos se edita por la Diputación Patriótica de la ciudad el diario La Aurora del Yumurí, llamado posteriormente Aurora de Matanzas, “publicación por su impresión y vasta información, es considerada obra mayor del periodismo en Cuba y una fuente de primera importancia para el estudio de la historia matancera de una considerable parte del siglo diecinueve”.

A continuación el reciente trabajo publicado por Girón, con la firma de González Villalonga y el título: En 1847 se jugaba pelota en Matanzas

Un acontecimiento trascendental en la historiografía beisbolera matancera y, por ende, cubana, ha tenido lugar con el hallazgo reciente en fuentes documentales que avalan irrefutablemente la temprana práctica de nuestro pasatiempo nacional nada menos que en el lejano año de 1847. Pero la veracidad del primigenio suceso salta a la vista al desentrañar su contenido en documentos coloniales del Archivo Histórico Provincial de Matanzas (AHPM) y en la prensa yumurina, ambos del semestre inicial de 1847. 
Acorde con lo publicado el 25 de marzo de dicho año en el periódico la Aurora del Yumurí, se daba a conocer mediante un parte oficial del gobernador provincial Falguera: “Habiéndome manifestado el señor Alcalde Presidente de la Junta Municipal que ha tenido varios partes del encargado de la administración de alumbrado público sobre roturas de faroles por el juego de pelota, de que se ocupan en los días festivos algunos individuos blancos y de color, he resuelto prohibir se juegue a la pelota en las calles y demás puntos de tránsito público, bajo la pena de perderla, y si hubiere causado daño a los faroles, se pague irremisiblemente por el culpado…” 
La anterior fuente revela que en tan remota época, junto con “algunos ciudadanos blancos”, también los “de color” jugaban a la pelota, demostrativo de que estos últimos deberían ser individuos libertos, caro privilegio del que no gozaban los esclavos. 
Se trataba del ball town (fongueo), antecedente de lo que poco después sería el béisbol, practicado originalmente desde principios del siglo XIX en las calles y plazas de Nueva York, Boston, Filadelfia y otras ciudades norteamericanas, e introducido en Matanzas por ciudadanos de ese país radicados aquí. 
Según la hipótesis de ciertos investigadores de La Habana, basada en el testimonio oral –sin apoyatura documental– de Nemesio Guilló, luego de concluir estudios en un colegio estadounidense, junto con su hermano Ernesto y otro condiscípulo, regresó a Cuba en el verano de 1864 con un bate y una pelota e iniciaron la práctica del ball town en la vía pública habanera. 
En sentido contrario, está demostrado fehacientemente que el citado acontecimiento pre-beisbolero en Matanzas es anterior al de la Capital en 17 años. Y si ello resultara poco, téngase en cuenta que en la Aurora del Yumurí se reportaba el 24 de febrero de 1864 la protesta en contra del primario juego callejero; o sea, alrededor de cinco meses antes que en La Habana. 
Por tanto, rueda por tierra la leyenda de que Nemesio Guilló fuera “el introductor del béisbol en Cuba…” 

Interesante este escrito del periodista González Villalonga, quien es, además, coordinador de la Comisión de Historia del Deporte en Matanzas. 

Quiero aclarar que esa información sobre el parte oficial del gobernador Falguera, ya lo había leído en “Notas históricas y el deporte de la pelota” divulgado en 1973 por el activista de la Comisión Provincial de Historia del Partido en Matanzas, José M. Cuétara Vila, reproducida en “Apuntes para la historia del béisbol en Santa Clara”, de la autoría de Luis A. García, 1981, y en “Orígenes del béisbol cubano. El Palmar de Junco”, del licenciado Alfredo Lauro Santana Alonso, de la Editorial Científico-Técnica, 2013. 

En este último libro, el que considero de obligada lectura para los seguidores de la historia beisbolera cubana, aparece en la página 22 la ya mencionada nota de 1847, pero entre paréntesis se aclara: “en la actualidad se encuentra extraviado el documento”. 

Santana Alonso, autor además de otros libros biográficos, entre ellos El inmortal del béisbol. Martín Dihigo y Un astro del montículo, el Diamante Negro, referente a la vida del gran lanzador José de la Caridad Méndez, me aclaró que al investigar sobre ese dato aparecido en el documento publicado por Cuétara Vila, quien ya había muerto, el llamado Fondo Deportivo del Archivo que el señalaba, no existía, por lo que la búsqueda se hizo más extensa y difícil, pues había que localizar de dónde sacó Cuétara ese dato. 

Con suerte González Villalonga siguió hurgando con mucha paciencia durante algunos años y al fin encontró lo buscado y que puede aclarar muchas cosas sobre la verdad histórica de algo tan importante para los cubanos como es el béisbol. 

Me decían Alfredo Santana y González Villalonga en una conversación sostenida recientemente que en los documentos de Orden Público y de Policía, de 1847, en el Archivo Histórico se encontró escrito de puño y letra por el alcalde de entonces Don Joaquín Vigil de Quiñones, la nota enviada al gobernador Falguera, la que fue aprobada para publicarse en La Aurora del Yumurí los días 24, 25 y 26 de marzo de ese año. 

También el 23 de abril de 1851, en Aurora de Matanzas, salió un anunció muy parecido al mencionado, ya que “seguían las molestias de los ciudadanos por el juego de pelota en las calles y la rotura de los faroles del alumbrado”, éste firmado por el alcalde, en aquel tiempo, José Pavía. 




Considero hay mucho de cierto de que aquel juego de pelota en las calles, tenía que ser el entonces popular en Estados Unidos de América, Town Ball, ya que el fútbol, no se introduce en España hasta la segunda mitad del siglo XIX por los ingleses de la Mina de Río Tinto, Huelva, Andalucía, los que disputaron los primeros partidos hacia 1870 y crearon en 1878 el que se considera haya sido el primer club español, el Río Tinto Futbol Club.

Otro deporte con pelota es el conocido como pelota vasca que tuvo actividades en Cuba también casi a finales del siglo XIX. Documentos de la época señalan que en 1881 existía una sociedad en la calle Obispo # 1 conocido como “club de pelota de los vascos-navarros-franceses”, y que el 23 de octubre de ese año realizaron un encuentro entre unos pelotaris de La Habana y otros de Bolondrón, de la provincia de Matanzas, en un terreno que tenían cercado, en el Vedado. 

En cuanto al jai-alai o cesta punta, modalidad de la pelota vasca éste no comienza a desarrollarse en La Habana hasta 1898. 

Bibliografía
Periódico Girón…………….jueves 23 de febrero de 2017. 
200 años del mejor oficio del mundo……Gabriel Torres. 
Orígenes del fútbol en España……La Futboteca, 22 de octubre de 2013. 
La pelota vasca en Cuba… Semillas en el Tiempo.com 

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