La otra carta enviada a la redacción del diario Juventud Rebelde, en relación con el trabajo publicado en ese diario con el título En busca del Salón de la Fama, de fecha 18 de noviembre de 1999, donde el titular del Inder, Humberto Rodríguez González, comentaba acerca del compromiso de remodelar el área existente en el estadio Latinoamericano, y después inaugurar allí ese merecidísimo rincón para honrar a quienes nos han honrado en el deporte nacional.
Como he venido diciendo hasta aquí, hube de hacerle algunos precisiones sobre lo acordado en la Reunión Nacional de Peñas Deportivas, en Santiago de Cuba, donde había quedado esclarecido que se crearían sitiales históricos en todos los estadios cabeceras de provincias, lo que dio lugar a que el presidente del Inder emitiera nuevas declaraciones a JR y cito:
«…que no existen contradicciones entre la creación del denominado Sitial de Honor del Béisbol Cubano, en el Latinoamericano, y la institución —con carácter nacional y los mismos objetivos— que desde hace algo más de ocho años se pretende ejecutar en el Palmar de Junco, donde por primera vez se jugó en 1874. Ojalá más temprano que tarde proliferen los sitios para honrar a los veteranos del béisbol en todos los estadios. Así tendríamos un gran museo multiplicado en muchos lugares»
Así señalo Humberto Rodríguez, quien a su vez calificó de muy especiales los del Palmar y el Latinoamericano, «por lo que ambos representan».
Afortunadamente estas declaraciones ofrecidas personalmente, por dicho titular, al periodista Francisco Mastrascusa reafirmaban públicamente lo expresado igualmente a través de su director de prensa y propaganda, sin que existieran contradicciones entre ambas respuestas y nos daban un clima de cierta tranquilidad, pero además podíamos llegar a algunas conclusiones preliminares, sobre el respeto que existía en relación con la postergada, pero no olvidada institución del Salón de la Fama del Béisbol Cubano. Eso nos llevó a pensar en que existían condiciones para volver a echar a andar la misma, a pesar de las limitaciones económicas que aun subsistían en el país.
Por tal razón, a través del Director Provincial del Inder, Juan Ramón Hernández, hicimos una solicitud de despacho con el referido Humberto González, para seguir tratando sobre estos aspectos del trabajo, ya que lo discutido, había dado a entrever que existía una voluntad por parte del organismo de llevar adelante dicha obra, además que contábamos con el apoyo del titular del Comité Olímpico Cubano, pero estos nuevos acontecimientos lo dejaremos para próximas ediciones.
Afortunadamente estas declaraciones ofrecidas personalmente, por dicho titular, al periodista Francisco Mastrascusa reafirmaban públicamente lo expresado igualmente a través de su director de prensa y propaganda, sin que existieran contradicciones entre ambas respuestas y nos daban un clima de cierta tranquilidad, pero además podíamos llegar a algunas conclusiones preliminares, sobre el respeto que existía en relación con la postergada, pero no olvidada institución del Salón de la Fama del Béisbol Cubano. Eso nos llevó a pensar en que existían condiciones para volver a echar a andar la misma, a pesar de las limitaciones económicas que aun subsistían en el país.
Por tal razón, a través del Director Provincial del Inder, Juan Ramón Hernández, hicimos una solicitud de despacho con el referido Humberto González, para seguir tratando sobre estos aspectos del trabajo, ya que lo discutido, había dado a entrever que existía una voluntad por parte del organismo de llevar adelante dicha obra, además que contábamos con el apoyo del titular del Comité Olímpico Cubano, pero estos nuevos acontecimientos lo dejaremos para próximas ediciones.
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