Estadio Palmar de Junco

El estadio de béisbol Palmar de Junco es la instalación deportiva en activo más antiguo del mundo, ubicado en la provincia de Matanzas, donde se desarrolló el primer juego oficial de pelota en Cuba el 27 de diciembre de 1874. Fue declarado Monumento Local en 1979 y Nacional en 1991. Los aficionados del deporte nacional abogan porque se convierta en el Salón de la Fama del Béisbol cubano.


Historia

No se conoce el origen del nombre, pues en el lugar donde se enclavó el estadio no existen palmas, era un terreno llano y despejado, su dueño se apellidaba Junco, esta información fue escrita por Wenceslao Gálvez en el libro “Historia del Baseball” en Cuba de 1899.

En el estadio Palmar de Junco del barrio Pueblo Nuevo, en Matanzas el 27 de diciembre de 1874 se celebró el primer juego oficial de béisbol del país, entre las selecciones del Habana Baseball Club y los locales. El juego terminó 51 carreras a 9 a favor de los habaneros. Individualmente se destacaron Esteban Bellán, con tres jonrones y siete carreras y Emilio Sabourín, con un cuadrangular y 8 carreras. Los equipos estaban integrados por los siguientes jugadores:

Matanzas


  • Paine Sánchez
  • Washington Domínguez
  • Delgado
  • Dulzaides
  • Rylend
  • Armas
  • Frank


Habana


  • Ernesto Guilló jugó el jardín derecho
  • Beltrán Senares fue la segunda base
  • Joaquín Lancis defendió el central
  • Esteban Bellán, receptor y cuarto bate
  • Enrique Canals, el torpedero
  • Ricardo Mora, picher y demostró ser un buen bateador
  • Roberto Lawton, primera base
  • Emilio Sabourín se ubicó en el jardín izquierdo
  • Francisco García en tercera cerró la tanda ofensiva.

Juan Tregent, como árbitro
Durante la etapa colonial, allí tuvieron lugar diversos campeonatos de la liga general de béisbol de la isla, de los cuales, Matanzas resultó triunfador en los años 1892 y 1893.

Hay evidencias que hasta el Héroe Nacional José Martí conocía de esta instalación, pues a solo 14 años del primer juego, escribió sobre la pelota en el diario La Nación de Nueva York, expresando: (...) por su firmeza para recibir la bola de lejos, o la habilidad para echarla de un macanazo a tal distancia que pueda, mientras la devuelven, dar la vuelta el macanero a las cuatro esquinas del cuadrado en que están los jugadores, (...) gana fama en la nación, enamorada de los héroes de la pelota, y aplausos de las mujeres (...). 

En 1895, los jugadores del equipo de Matanzas cambiaron el bate por el machete incorporándose a la guerra contra España.

El devastador ciclón de 1933 provocó serios daños a las cercas y glorieta del estadio, por tal razón, Martín Dihigo trató de recaudar fondos para la restauración, pero la falta de apoyo oficial demoró su consecución hasta seis años después, con el apoyo de la afición yumurina y el aporte de comerciantes e industriales del patio recaudan fondos para concluir la reconstrucción e inaugurar el actual estadio el 18 de mayo de 1940.

El Palmar de Junco fue sede de los encuentros del club deportivo Matanzas, ganador de los torneos de 1943 y 1945 de la “Liga Amateur”, también en la categoría escolar se logró la victoria del equipo de la escuela pública número 8, correspondiente a la denominada fundación del “Buen vecino” y en los juveniles obtienen el triunfo a nivel nacional con el club “Pueblo nuevo”, para repetir en otras cuatro ediciones.

Palmar de Junco después de 1959

La revolución rescató esta instalación deportiva, la cual sus propietarios pensaban convertirlo en zona residencial, el 7 de enero de 1959, con la intervención del comandante en jefe Fidel Castro, al frente de la Caravana de la Libertad y desde el balcón principal del palacio de gobierno, se dirige al pueblo matancero y expresa que el Palmar del Junco sería salvado, lo cual se logra posteriormente gracias al aporte popular y de los combatientes del Ejército Rebelde.

Es remozado e inaugurado el 6 de febrero de 1960 con un juego entre los equipos Cienfuegos y Almendares, de la liga profesional de baseball, ganado por el primero, 3 carreras por 2, en 11 entradas.

Por la importancia es declarado monumento local, en 1979 y monumento nacional en 1991 por la resolución 104 de la comisión nacional de monumentos, la cual está firmada por el desaparecido Antonio Núñez Jiménez que fungía como presidente, por ser el estadio en activo más antiguo del mundo donde se practicó el béisbol en los períodos colonial, republicano y el revolucionario, tanto amateurs como profesional.

Alfredo Santana Alonso, abogado e historiador del béisbol, expresa que en honor al primer juego oficial de béisbol desarrollado en el Palmar de Junco, se decide declarar el 27 de diciembre como día del béisbol cubano.

Hoy radica allí la academia provincial de béisbol se ha remozado, cuenta con un claustro de profesores y un consejo de dirección completos. Tiene condiciones para seguir aportándole a la nación. Hay que retocarlo siempre con pintura y demás atenciones, pero se sigue utilizando para eventos de nivel nacional como la liga de desarrollo y los campeonatos nacionales de diferentes categorías.

El nuevo Estadio Victoria de Girón es escenario para los grandes acontecimientos del béisbol en Matanzas, pero no se ha dejado de jugar pelota en el Palmar, manteniéndose la enseñanza del deporte nacional y también seguirá siendo el más antiguo del mundo.
Proyecto de Salón de la Fama en el Palmar

Existen dos propuestas para el Salón de la Fama del béisbol, una en el “Palmar de Junco” y otra en el estadio Latinoamericano de La Habana, pero este es un tema complejo aún sin resolver.

El proyecto concebido en 1991 para construir el Salón de la Fama en el “Palmar de Junco” sigue en pie, aunque no haya podido ejecutarse debido a las limitaciones materiales tras el derrumbe del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo económico y comercial de Estados Unidos contra Cuba.

Los amantes del deporte nacional abogan porque se realice el Salón de la Fama en el Palmar de Junco, pues incluso Cooperstown, en Nueva York, solo se mantiene como museo del deporte.

Con motivo de los XI Juegos Panamericanos, El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), se pronunció extendiendo una resolución a favor de la construcción del Salón de la Fama y en uno de sus por cuantos expresa:

“Por ser el Palmar de Junco la instalación para el juego de pelota más antigua de Cuba, iniciadora y promotora de nuestro deporte nacional; por ser también, lugar de desarrollo de grandes figuras de la pelota cubana, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación con motivo de celebrarse en Cuba los XI Juegos Panamericanos, ha considerado rendirle homenaje al “Palmar de Junco” situando en sus instalaciones el Hall de la Fama”.

El templo será para los aficionados y el pueblo, un motivo de orgullo, de identificación nacional, una posibilidad de honrar al béisbol, reconociéndolo como expresión de cultura, entre alguno de sus objetivos se encuentran:


  • Dirigir, controlar y ejecutar la elección de las personalidades que habrán de figurar en sus recintos.
  • Exponer y preservar los bienes museables.
  • Honrar al béisbol como deporte nacional, reconociéndolo como expresión de cultura.
  • Dignificar a los peloteros humildes que practicaron el profesionalismo antes de la Revolución y que pusieron en alto el nombre de Cuba en la arena internacional.
  • Reconocer el trabajo desplegado por la federación cubana de béisbol en la etapa revolucionaria.
  • Destacar a todos los peloteros que se han destacado en el deporte nacional e internacional en la etapa revolucionaria.
  • Reconocer el trabajo de periodistas, comentaristas deportivos, árbitros y otras personalidades vinculadas al deporte nacional.
En el proyecto de reglamento del Salón de la Fama se recoge que más que una instalación donde serán honrados los inmortales del béisbol de Cuba, se convertiría en una institución de alcance cultural y de verdadera dimensión social.

Para los atletas, árbitros, periodistas, historiadores, directivos y todos aquellos potencialmente elegibles para figurar en el Salón de la Fama será una razón más de entrega al deporte, de identificación con el pueblo y de ejemplaridad dentro y fuera de los terrenos.

El proyecto contenía dos niveles en un edificio, vestíbulo principal, salón de la fama, museo, sala de protocolo, sala polivalente, cafetería, bar, biblioteca, fototeca y plazoleta de premiación.

Los cálculos financieros iniciales para el salón fueron estimados en un precio de alrededor de medio millón de pesos, el cual no se consideró en aquella fecha demasiado alto. En el pleno nacional de historiadores, corresponsales y activistas del deporte, celebrado en Ciego de Ávila, se emitió una declaración de la peña matancera “Parque de La Libertad”, en la que se pedía se respetara el derecho a construir el salón en el Palmar de Junco.

A la luz de los nuevos tiempos, dígase precios en el mercado de los materiales de la construcción, se deben abaratar los costos del anteproyecto, sin conspirar contra la calidad de la obra, y ejecutarla en moneda nacional.

La propuesta es la de ubicar el salón por la zona del jardín derecho, hacia la esquina que conforma la “Calzada de Esteban” y la calle “Monserrate”. El área total del edificio sería de 1 041 metros cuadrados, con una plaza de premiaciones de 1 000 metros cuadrados, y otra de estar de 215 metros cuadrados.

En el museo del béisbol se expondrán las mascarillas de las figuras, piezas, implementos, trofeos, testimonios, documentos, y contará con área para exposiciones transitorias.

Criterios sobre el Salón de la Fama

El fallecido Manuel González Guerra, presidente del Comité Olímpico Cubano, expresó: “Respaldaría el proyecto, pero consideraba en primer término que la iniciativa debería partir del gobierno y el Partido en la provincia de Matanzas”.

El 25 de mayo del 2008 el periódico Juventud Rebelde expone en un artículo titulado “La pelota cubana sigue sin Salón de la Fama”: “Sería contraproducente comenzar una batalla entre la historia del Palmar y del Latinoamericano, cada uno cuenta con sus honores, por lo que sería provechoso convocar a una encuesta nacional sobre el pensar de la afición, pues no deben existir dos templos de los inmortales de la pelota cubana, sería algo insólito en la historia.

Alfredo Santana, autor de la biografía Martín Dihigo: el Inmortal del Béisbol, plantea que: "Saldaremos una deuda con las generaciones que nos precedieron y transferiremos a las futuras este precioso legado"

Raúl Vázquez, diseñador y periodista expuso: “El museo, salón, o catedral del béisbol en Cuba debe acabar de concretarse, en tiempo y espacio, y abrir sus puertas ya sea en el legendario estadio latinoamericano o en el mismísimo centerfield del Palmar de Junco, pero abrir, de una vez y por todas”.

Elio Menéndez, conocido como el maestro del periodismo expresó: “Respecto al Palmar de Junco, para lo cual los matanceros reclaman con toda justicia la sede permanente del Salón de la Fama de la pelota cubana, no conozco que en el mundo haya otra instalación beisbolera más vieja”.

Eddy Martin, periodista fallecido y comentarista deportivo, expresó: “Si en Estados Unidos el que quiera visitar el Salón de la Fama del béisbol tiene que ir al neoyorquino Cooperstown, en Cuba entonces tendría que ir al matancero Palmar de Junco”.

Reynaldo Cruz Díaz, periodista expuso: “No podemos darnos el lujo de dejar que otra generación de peloteros diga adiós sin darles el homenaje que se merecen. No es necesaria una construcción al estilo de Cooperstown y ni siquiera es necesario que se llame Salón de la Fama… ¿Por qué no dejamos que se llame “Palmar de Junco” a secas, y así se dice todo? Un sitial así, servirá de referencia, no solamente a nuestros jóvenes, sino a aquellas personas que vienen de otros países, ávidos de conocer más sobre la historia y la cultura de la isla”.

Lo importante es que el estadio Palmar de Junco continúa apoyando la actividad beisbolera en el país y seguirá siendo la cuna del Béisbol en Cuba.

Después de mucho esfuerzo en la instalación se encuentra el Salón de la Fama de las Glorias Deportivas del Béisbol de todos los tiempos, de la provincia.

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