Fue famoso como lanzador, pero fue estrella a todas las posiciones. Nació en Jesús María, un antiguo ingenio de la provincia de Matanzas, y fue apodado como «El Maestro» o «El Inmortal».
Dihigo comenzó su carrera profesional durante el invierno de 1922-23 como infielder con El Habana en la Liga Cubana. Ingresó en las Ligas Negras el siguiente verano con los Cuban Stars (East), jugando a primera base. Jugó en las Ligas Negras de 1923 a 1936, y brevemente en 1945.
De 1937 a 1944, y en 1946, 1947 y 1950, Dihigo jugó en la Liga Mexicana, donde realizó la mejor temporada de su carrera en 1938, mientras su equipo, los Rojos del Águila de Veracruz, obtuvo el campeonato de la liga. Sus estadísticas fueron sobresalientes, tanto en el pitcheo como en el bateo. En el departamento de bateo Dihigo tuvo el mejor porcentaje en la liga, .387, y en el departamento de pitcheo anotó 18 ganados y 2 perdidos y un porcentaje de carreras limpias admitidas de 0.90 y con 184 ponches.
Dihigo comenzó su carrera profesional durante el invierno de 1922-23 como infielder con El Habana en la Liga Cubana. Ingresó en las Ligas Negras el siguiente verano con los Cuban Stars (East), jugando a primera base. Jugó en las Ligas Negras de 1923 a 1936, y brevemente en 1945.
De 1937 a 1944, y en 1946, 1947 y 1950, Dihigo jugó en la Liga Mexicana, donde realizó la mejor temporada de su carrera en 1938, mientras su equipo, los Rojos del Águila de Veracruz, obtuvo el campeonato de la liga. Sus estadísticas fueron sobresalientes, tanto en el pitcheo como en el bateo. En el departamento de bateo Dihigo tuvo el mejor porcentaje en la liga, .387, y en el departamento de pitcheo anotó 18 ganados y 2 perdidos y un porcentaje de carreras limpias admitidas de 0.90 y con 184 ponches.